uestra pequeña habitación, sin nada en las paredes,
tenía hasta ahora un aspecto bastante
desolador. Gracias a papá, que ya antes había traído toda mi colección
de tarjetas postales y mis fotos de
estrellas de cine, pude decorar con ellas una pared entera, pegándolas
con cola. Ha quedado todo muy bonito»
(Diario, 11 de julio de 1942).
Ana tenia la habitación repleta de fotografías
y
postales. Ana pasaba gran parte de sus días como refugiada
coleccionando fotos
de sus mejores momentos.
Y era en su habitación donde tranquilamente escribia el diario.
Diario que
después se hizo muy famoso.